Léeme por favor.

Léeme cuando sientas alegría y la fantasía forme parte de tu día, cuando al llegar a casa te sientas aturdida, cuando el día sea una mierda y tu esencia pierda fuerza, léeme aún sin tener tiempo para mí, créeme que al hacerlo sentirás siempre un consuelo en el que tu alma poco a poco alza vuelo, sí alza vuelo.

Léeme siempre que sientas gratitud, léeme cuando te sientas amada y más aún léeme cuando no encuentres la clave de tu risa, la luz de tu sonrisa. Léeme después de una gran salida, después de la fiesta aún estés prácticamente molida.

Léeme diariamente y verás cómo poco a poco tu mente viaja lejos a través de continentes y aunque no lo creas eso te hará un poco más inteligente que el día anterior...

Toma una dosis diaria de mí, hazte mi amiga y verás cómo juntos recorreremos el mundo con tan solo unos segundos antes de sentirnos somnolientos culminando una página más del cuento.

Solamente dedícame unos minutos diarios y verás cómo al avanzar el calendario nos iremos poco a poco conociendo y al cerrar de ojos yo me iré partiendo a manos de otros quienes me harán sentir dichoso. Eso sí, no me olvides aún tras mi partida, exige que a tus manos regrese y con el pasar de los años vuelve a leerme.

Léeme, léeme y sigue leyéndome... sólo eso te pido si a tus manos algún día caigo.