Los Altares

...mejor verlos marchitarse en tintes otoñales...
como una corona y con ella sus pesadas espinas, surgiendo de un arroyo ciego en pura ascensión: ardiendo en llamas crepitan todos cual desgarradas
negras torres de humo sobre un monte empinado,
vista en un cielo tierna la luz nacida;
y como una ola caliente, en forma de espiral profunda, como mechones encontrados en un hombre convertido en cabra,
o a veces rizos que cuelgan de ovejas,
cerca de estanques donde flotan las vides podadas necesarias,
con todo tipo de especias a la deriva, se filtra en coronas de hiedra ceñidas como un foso, obras...