AMOR EN PLANOS DE EXISTENCIA

Amarte minuto a minuto es como arrancar cada centímetro de mi corazón, lo veo cayendo a un vacio sin fin. No sentir tu respiración,

tu esencia ha sido un castigo divino, quizás en alguna vida te hice daño y solo me fui vagando por

otros mundos, para hoy volver a encontrarte en este plano.

Mirarte frente a frente en mis sueños y hacerlos tan real.

Mis ojos resienten el dolor y la alegría de verte, en cada uno de ellos y no verte en la realidad.

Fuimos aventura quemandonos cada día con la fogosidad del Amor, hasta que nos enredamos en él.

Como salir de aquel enredo de aquellos caminos sin salida.

En aquella vidad pasada te veo en esos grandes jardines con tu pelo crespo, quizás con esas vestiduras elgantes de Luis XV pero a tú manera, sin esas pelucas ridículas caminando con tu camisa blanca de telas finas

y vuelos en el pecho, con un pantalón gris satinado ajustado a tu figura, retomando ese libro de filósofos y anarquistas que estaban en contra de gobiernos monárquicos.

Con una mano detrás y con la otra sosteniendo y observando cada frase de aquel libro, “Ruinas de una Monarquía”.

Yo solo aparecí en ese camino que transitabas sin mirar , yo cargaba con ese vestido ceñido a la cintura casi sin respirar con telas románticas suaves que rodeaban mi cuerpo, con la mezcla de gasas rosadas y blancas, mi pelo crespo largo con flores que adornaban los mechones castaños y entre oscuros; sostenía un

libro pero con la mirada de muy bajo perfil, por que este, era prohibido para damas de la época, solo finjía que era de letras para aprender los modales

de una mujer de sociedad, pero mi mente esataba presa de aquel libro que decía en su interior…

“Y me tomo suavemente mi cabellos, rosando su mano con la mía..”

Aquel instante sentí la sencación y reacción a lo desconocido llevándome al placer y la emoción del Amor.

Y como un presagio te ví en ese instante en el Jardín casi perfecto , las miradas se cruzaron como si hubiesen chocado dos mundo, caminé hacia

aquel laberinto majestuoso, de colores verdes, rosas y flores en cada final de un camino, con pequeñas copas de agua para su sed. Era como el premio al cumplir con

los pasos por esos caminos dentro de aquel laberinto sin fin.

Pendientes de nuestros libros, pero sin dejar de obserarnos entramos por diversos senderos, pero yo sentía tú institno de cazador y tus pasos rápidos para alcanzarme o coincidir en alguna copa de agua con flores. Sentí esa curiosidad que me mataba

para acercarme a ese caballero de hermosos crespos castaños y una barba color castaño claro y blanca la que me llamaba para acariciarla…
Que sensación algo pasaba en mi corazón que se aceleraba, me sentía acosada por unos pasos y esa respiración agitada que sentía cada vez que quería coincidir conmigo.

No me sentía ajena en el recorrido de ese laberinto, quizás de otra vida, no sé,algo daba indicios que había estado allí.


Siempre Tuya

Scarlett